El profesor Josmar Briceño se ha ganado la admiración y el respeto de sus colegas. (JV) |
Josmar Briceño es un docente cuya vocación salta a la vista,
considera que hay que mantener una formación continua a través de la investigación
para poder ser innovadores.
Desde muy joven la educación ha sido su norte, tuvo 12 años participando en la formación de la fe
de Dios con los jóvenes de la Diócesis, fue ahí donde descubrió su vocación, cursó
el bachillerato en el liceo Rafael Rangel de Valera y en el Núcleo
Universitario Rafael Rangel de la ULA en Trujillo se graduó como licenciado en
Educación, mención Geografía y Ciencias de la Tierra.
Josmar Gregorio Briceño Viloria, considera que el docente
debe formarse a diario a través de la investigación para poder ser innovadores
y salir de la rutina, de hecho no se conformó con su título de pre-grado y en la
Universidad Experimental “Rafael María Baralt”, sede Trujillo, obtuvo una
maestría en Administración de la Educación Básica.
Tiene 10 años de servicio, comenzó en el liceo AVEC “La Paz”
de La Puerta y hoy día forma parte del equipo de docentes del liceo “Rafael
Quevedo Urbina” de Campo Alegre. Con dedicación y esmero en el trabajo se ha
ganado el respeto y la admiración de sus colegas, quienes recientemente lo
nominaron entre los dos docentes más destacados del plantel donde labora.
Dice que el día del maestro es todos los días e invitó a sus
colegas a ser más cercanos a sus estudiantes, ya que así pueden conocer su
realidad y lograr orientarlos de la mejor manera. Tuvo la intensión de
dedicarse al sacerdocio y en efecto estudió tres años de filosofía en el seminario,
pero pudo más su vocación por la docencia. (Maury Delgado/ César Romero/ Jogly
Valero)
Semblanza elaborada por el Grupo de Creación y Producción del Liceo "Rafael Quevedo Urbina" de Campo Alegre.
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